Si para saborear la miel del triunfo… hay que sufrir… bienvenido sea el sufrimiento… Y a eso, nos viene acostumbrando el Scratch… Desde sus inicios en la Etapa Provincial del fútbol cañetano… Sufrió para eliminar al Defensor Roldán de Quilmaná… no le pudo ganar en los 210 minutos de juego… pero lo hizo en penales…
Sufrió contra Matices, pero allí su clasificación fue más clara… lo hizo en solo 180 minutos y con una ventaja de dos goles… Sufrió ante el Deportivo San Luis, ambos partidos lo ganó por 1 a 0, pero en partidos luchados… en donde el triunfo parecía no llegar…
Ganó al FUSA, en el de ida… y en su casa rentada, el Roberto Yañez de San Vicente, cayó 4 a 0… pero con dos hombres menos, y sufriendo en el suplementario se dio el gusto de empatar y luego en penales eliminar al favorito de todos… Y ante la “I” por el título, que importa perder en penales… si jugó con un hombre menos, y ya estaba en la departamental…
Y siguió sufriendo ante el DIM, ahora ya en la departamental, perdió luchando, pero perdió… y la amenaza de volver a un resultado negativo hizo que la semana transcurra sufriendo… y es que el temor era grande… al frente estaba el Unión Huaral… y allí no pesaba solo el nombre… ya que sin ser el Unión Huaral un equipo complicado, en la cancha pudimos ver a un once bastante ordenado… con obreros, con gente que corría en toda la cancha… con gente que tenía un aceptable biotipo… con gente que vino a llevarse un empate, que pudo irse con un triunfo y que al final se tuvo que ir con la cabeza gacha mordiendo el polvo de la derrota…
El marco que lucía el Roberto Yañez fue espectacular… 2589 pagantes dejaban un ingreso de 12,111 nuevos soles… un poco más de tres mil nuevos soles para cada club… sin duda, un lleno singular… una hermosa banderola traída por el elenco huaralino señalaba… “seremos pocos… pero nuestra pasión es grande”… lema que se encontraba en la cabecera de la banderola que identificaba a “La Banda del Pelícano”…
Esta vez no hubo la banda que siempre alienta al elenco del Scratch… pero los corazones de los cerroazuleños estaban con su equipo… dispuestos a sufrir una vez más…
El “cuco” era grande… había respeto por el rival… es más, había lamentos porque uno u otro jugador no había quedado habilitado… su delegado había pagado derecho… no habían colocado a varios jugadores dentro de la lista de posibles refuerzos, y simplemente ya no había opción de inscribir a alguno más… Con ello se evidenciaba una banca muy limitada…
Por otro lado, si para algo servía lo de la semana anterior, era que el empate conseguido por la “I”, le quitaba responsabilidad al Scratch… “si un elenco trajinado como la I, no ha podido ganar en su cancha… que más se le puede pedir al Scratch… un cuadro nuevo en estas lides…”.
El partido sirvió para encararnos los errores que el cuadro amarillo cometía… un elenco que todavía no se encuentra… que tenía variantes con respecto al once de la semana anterior, pero que dejaba en evidencia la falta de engranaje…
Al frente estaba el Unión Huaral, con un elenco que tiene su soporte en la Academia Cantolao… donde varios elementos se conocían bastante bien… es cierto, elenco joven, pero trajinado, con mejor biotipo… con argumentos… pero con falta de experiencia en muchos de sus elementos, experiencia en partidos de Copa Perú… que no es lo mismo que jugar en juveniles…
Partido equilibrado, por momentos enredado, por momentos con la pierna fuerte… partido que pasaba del vértigo de un gol anulado a los tres minutos al Scratch.. para confundirse en el juego intrascendente de una volante que rifaba la pelota… que no sabía como encarar…
Partido que encontraba al delantero Bontemps, muchas veces confundido con su defensa… que carecía de organizador… en donde Marcos Rivas desapareció… en donde se le veía sólo ganas a Huamán… pero donde también se observaba esas ganas incansables y deseos de no perder, de Adolfo Vera… un todo terreno, en esa volante…
Huaral complicaba con la presencia de Atoche en la volante… Boza en la delantera era el que más inquietaba… y tuvo dos ocasiones en donde Roberto De La Cruz cerraba el arco cerroazuleño.
Así se diluyó el primer tiempo, que tuvo para la anécdota un gol anulado a Aníbal Obres, no sabemos por qué al Unión Huaral… quizás la respuesta sea, “la famosa ley de la compensación”… el gol anulado al inicio al Scratch… En fin 1 a 1, en goles anulados… y se fueron al descanso…
En el reinicio, hubo problemas para el ingreso de “la bala” Cárdenas… falta de documento… alguno habló de que un integrante de la terna lo había perdido… pero al final encontraron el documento y el jugador ingresó a la cancha.
Minutos iniciales de la segunda etapa, en donde el Huaral arrinconó al Scratch… y poco a poco empezó a evidenciar una falta de arresto físico en el once local… y el Unión Huaral que se conformaba con el empate… parecía que en cualquier momento podía inaugurar el marcador… pero no apretaban el acelerador… y al Scratch, no se le puede dar esa ventaja…
Joe Padilla había ingresado para dar orden al mediosector… y ligeramente se equilibró el partido… ya no era un concierto a una sola voz, por parte del Huaral… ahora parecía un partido que tenía algo, de ida y vuelta…
Aburto, García y Monteverde habían ingresado en el once huaralino… y le habían dado un nuevo aire… pudo liquidar el Unión Huaral, pero no lo hizo.
Y cuando todos pensaban que el empate iba a ser el corolario final… cuanto la gente cañetana se retiraba amarga del estadio, porque los cañetanos demostraban que no éramos capaces ni de ganar en nuestra propia cancha… Juan Cárdenas se vistió de armador, y colocó un balón como con la mano, diciéndole… hazte famoso… y Luis Rivera, el chorrillano grandazo del Scratch… ante tamaño pase quedó sólo contra el arquero… y le sombreo el balón a Bruno Enriquez, con conchudez… con serenidad… sin amilanarse ante el portero… y el estadio que revienta de felicidad…
No importaba sufrir tanto… si al final, se saboreaba la miel del triunfo… y grítalo Cañete, el bisoño elenco cañetano, el Scratch hacía respetar la casa… no importa que juegue mal…. Pero que gane… no importa que se defiendan en su área, si con una sola jugada de riesgo sirve para ganar tres puntos… no importa que el elenco luzca desordenado, sin ideas… sin basta una chance así de “chiquita”, para meter un gol y celebrar…
Por eso, grítalo Cañete… el Scratch empieza a enseñar el camino… ahora la responsabilidad es de la “I”…
El Unión Huaral formó para este encuentro con Bruno Enriquez en el pórtico… Juan Agapito, Jonathan Asalde, Bruno Celis y Juan Solís conformaban la línea defensiva; Ronald García Marcos Salinas, Josimar Atoche e Israel Kanh, mientras que adelante quedaban Aníbal Obres y Jesús Boza. Eran dirigidos por el profesor Francisco Melgar.
Por su parte el elenco del Scratch formó con Roberto De
La terna central estaba compuesta por Aldo Luy Espichán, acompañado de Rivelino Arnao Ochoa y Giovanny Quiñónez Yaya. El cuarto hombre era Edinson Tolentino Raymondi.
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