Perú ganó y un triunfo debería invitar al optimismo, pero lo cierto es que el partido dejó varios pendientes de mejora en la selección, que también apuntó un par de puntos para destacar. La falta de posición se sustenta en la ausencia de solidez peruana.
ASÍ SE PARA LA VOLANTE...
A esta altura del proceso de Sergio Markarián, luego de tantas idas y vueltas con respecto al sistema que se elige para la selección, parece que por fin puede darse por sentado que la mejor alternativa para Perú es jugar 4-3-2-1. Esto es, con el sistema dispuesto en la Copa América, el cual se empleó contra Costa Rica. La línea de cuatro en el fondo permite la salida moderada (ni nula ni excesiva) de los laterales; eso gracias a que existe un apoyo interesante por los dos volantes más abiertos en la primera línea de tres, los cuales son los principales responsables de la generación de juego y dejan al del medio para romper el del oponente; y quedan adelante dos volantes-atacantes de velocidad o potencia que asisten al centrodelantero. Así se paró la selección en San José y lo hizo bastante bien, a pesar del bajo nivel de algunos, hasta que se dio la expulsión de Ramírez. Es la mejor opción porque los jugadores que se tiene ahora se adecuan mejor a esta que a cualquier otra.
HAY QUE PARAR MEJOR AL LATERAL...
Al derecho extrañamente, porque lo usual es que sea el zurdo el motivo de los lamentos. Por esa franja han pasado Guizasola, Advíncula y, últimamente, con más frecuencia Revoredo. Y ha sido Renzo el punto más flaco de un bloque posterior que trabaja horas extras para parchar los déficit de los que juegan adelante -quienes no lo hacen mal, pero llegan a ser superados por la calidad de los rivales-, pero también debe cubrir el hueco que se genera a la diestra. Los principales ataques costarricenses se dieron por el lado de Revoredo y lo mismo en partidos anteriores; quisiéramos olvidar el partido eliminatorio de Santiago, por ejemplo. Es cierto que se trata del mejor jugador que tenemos para el puesto, pero por ahora no le alcanza. O se trabaja la zona para lograr un mejor rendimiento o se busca una alternativa. ¿Galliquio? Quizá cuando haya más centrales de nivel disponibles.
VARGAS ESTÁ PARADO...
En su equipo y en la selección. Una “baja” muy sensible para la blanquirroja. No vamos a detallar ahora lo mucho que puede aportar el ‘Loco’ porque se entiende claramente de qué se habla. Lleva mucho tiempo sin ser parte del equipo principal que defiende en Italia y eso se hizo muy notorio en el estadio Nacional de San José. Se lo vio preocupantemente lento y decepcionantemente impreciso en pases y centros. Ni hablar del obús de su pierna izquierda que lanzaba verdaderos misiles a los pórticos rivales: no aparece ni de casualidad. Así Vargas no le sirve a la selección por más que no haya perdido la fuerza, las ganas y el espíritu de lucha dentro del campo. Cómo recuperarlo es una tarea complicada que deben desarrollar en conjunto el jugador y el cuerpo técnico. ¡Que se ganen los frejoles! Las alternativas en el puesto son de un nivel sensiblemente menor al de Vargas, pero si no regresa al que esperamos deberá buscarse otro para la posición. Pero ya.
¿QUÉ TAL SE PARÓ CARRILLO?
Al lado de Farfán, a pesar de ser más alto, se le vio bastante chato en su fúltbol. Más allá del gol -habría sido un crimen que no lo hiciera por todo el tiempo que tuvo-, a la ‘Culebra’ le faltó confianza. No juega mal, para nada, pero el atrevimiento que se requiere en el puesto que ocupa no aparece en Carrillo. Lo triste es que se sabe que puede satisfacer con creces las necesidades de un carrilero/mediapunta derecho, pues su dribleo y velocidad no se encuentran así nomás; mucho menos es fácil de detener, pero André se los guarda para otras camisetas. Ha ido mejorando su juego en la selección, cierto, pero se necesita que dé un salto cualitativo notoriamente superior en este equipo que está apurado. Lo bueno es que tiene con qué; solo depende de él.
A PESAR DE TODO, SALIMOS BIEN
PARADOS...
Es importante que se haya ganado. En esta ocasión, por más que se tratara de un amistoso más, el ambiente en torno al equipo estaba bastante cargado y no ganarle a una escuadra de menor nivel hubiera encendido las antorchas de los incendiarios. Más cuando se logró la ventaja, la cual se consiguió mediante una combinación colectiva para el aplauso. Aparecieron Yotún y Paolo; con fútbol y arrojo, uno, y con mucho seso, el otro. Ambos destacaron, junto a Ramírez y Retamoso, en un sistema que, ya se dijo, funciona. Se nota que se ha aprendido el libreto y con una mejor tarde de algunos -ya sabemos quiénes- se puede esperar un rendimiento colectivo más alto y resultados similares en la Eliminatoria.