viernes, noviembre 16, 2012

APUNTES DEL MUNDILLO FUTBOLERO

Se ha jugado los octavos de final y con la sorpresiva eliminación de Walter Ormeño, aquí los apuntes de un aficionado:
Es una verdad de perogrullo que en un partido de fútbol solo existen tres posibilidades: se gana, se empata o se pierde y cuando se trata de eliminatorias (a finish) solo caben dos posibilidades: o pasas o te eliminan y después de una extensa racha de victorias en todas las series donde jugó el «León del Oscar Ramos», el miércoles pasado le toco perder y claro, no se pudo concretar el sueño imperialino y cañetano, traer el fútbol profesional a la provincia de Cañete, sin embargo la esperanza sigue latente, latente en cada hincha de fútbol, en el aficionado que asistió semana a semana a acompañar en su periplo por la Copa Perú al equipo albo, al barrista que grito cada gol del «León albo», al vendedor de comidas que se traslado a cuanto escenario recibió al crédito imperialino, a los pobladores cañetanos que asumieron como suyas las hazañas del equipo imperialino.
Nadie podrá discutir que esta ha sido una campaña exitosa nunca antes alcanzada por cuadro albo alguno en ninguna época en Copa Perú y lo prueban sus cosechas: campeón distrital después de vencer en la final a Matices; campeón provincial derrotando al San Lorenzo de Porococha; subcampeón departamental vencido por Deportivo Municipal; campeón Regional derrotando al mismo Deportivo Municipal de Lima quedando entre los mejores dieciséis equipos de la Copa Perú; sin embargo creemos necesario un análisis de la última etapa, con una nueva dirección técnica, que intente explicar los motivos de los resultados.

LOS CAMBIOS DE DIRECCIÓN TÉCNICA
Walter Ormeño inicio la etapa distrital bajo la dirección técnica de Victorino «ñanito» Vicente, emblemático delantero de la década de los setenta y fue el responsable del título distrital donde cosecho 11 victorias por solo 2 empates y ninguna derrota, pero los problemas llegaron en el tramo final, un empate con el voluntarioso equipo de Carmen Alto había provocado que Matices lo alcance en la punta y se tenga que definir al campeón distrital en un partido adicional frente a su ya clásico rival. Cuando era superado por la mayor velocidad de juego y resistencia de Matices, un penal a falta de 4 minutos para el final posibilito el empate a dos goles y en la ronda de penales y con una atajada de Titin Farfán se coronaría campeón distrital después de casi una década.
En la provincial de Copa Perú y en segunda ronda volvió a enfrentar a Matices y después de ganar el primer partido, en el de vuelta cae 1-2, e intempestivamente ingresa en la dirección técnica «Kiwi» Espinoza en reemplazo de Ñanito y bajo la nueva dirección técnica consigue vencer al eterno rival y eterno favorito de la provincial, el Independiente y se consolida la dirección técnica, pero no sería sino en la departamental donde se consolida el juego de Walter Ormeño, pero claro, antes lograría el título ante San Lorenzo de Mala en otra tanda de penales y donde para variar, Farfán en el arco sería el héroe.
La campaña en la departamental despierta las simpatías de la afición que no necesariamente es hincha del equipo albo, pero también causa revuelo en el ámbito departamental y hasta nacional por su juego, por su afición y por los resultados que lo acompañan y de manera casi impecable y sin mayores sobresaltos llega a la final ante Deportivo Municipal después de eliminar al Amauta y River de Huarochiri, al Barranco de Huacho y al Galpón de Pativilca; pero en la final esperada y soñada se choca con una realidad distinta; si bien se le juega de igual a igual en el primer tiempo, en el segundo Municipal arrasa con su mejor estado físico, sus desbordes por los costados y ante una zaga dubitativa le convierte tres goles y la salida accidentada de «Kiwi» Espinoza que hace posible la llegada de Daniel Ruiz, entrenador huaralino con un currículum que casi ningún entrenador cañetano posee a nivel de Copa Perú, había disputado dos nacionales en los tres últimos años (Rural y Barranco) y esta sería su tercer nacional.
Tengo que admitir que siempre sostuve que los equipos norteños, tradicionales vencedores de los equipos cañetanos (sino recordemos a La Palma, campeón de Copa Perú y Unión Huaral, campeón Nacional), nos ganaban no porque tuvieran mejores jugadores sino principalmente porque poseían mejor planteamiento táctico- estratégico, solo ello podía explicar que aun teniendo a jugadores muchas veces mas limitados técnicamente y con dominio cañetano, en una jugada nos mataban, sepultando un año más de eternas frustraciones solo saneadas en parte con la impecable actuación de Walter Ormeño versión 2012.
Y claro hubieron entrenadores de renombre en los cuadros norteños caso Melgar, hoy en Cristal o Moises Barack y el mismo Daniel Ruiz, responsable de que el fútbol norteño tenga presencia en regionales y nacionales cuando ello parecía vedado para cuadros cañetanos. Es una verdad incuestionable que el deporte en general y el fútbol en particular requiere de una eficiente dirección técnica que posibilite la eficacia vía la preparación física (la base) y las cualidades técnicas que posibiliten las variantes tácticas y la eficacia en el fútbol se materializa en el gol y es que solo con el gol se ganan partidos y títulos y para ello el entrenador no solo debe ser un profesional preparado y trabajador y que en los entrenamientos ensaye una y otra vez y en distintas situaciones (contextos) una jugada preconcebida (tácticas y estrategias), sino que a ese saber profesional y a esa responsabilidad de trabajador debe adicionar una nueva faceta que ya tiene que ver con una personalidad que muchas veces pocos tienen, es ese desprenderse de los tiempos y plazos, de las situaciones y circunstancias, ese algo algunos lo llaman «pasión», otros lo llaman «locura» (caso el «loco» Bielsa), es ese bichito de crear y recrear en la mente jugadas novisimas (dicen que Bielsa llama a sus dirigentes españoles a las tres de la madrugada para comentarles de la nueva jugada que su ingenio ha creado) y nosotros tenemos derecho a preguntarnos, los entrenadores que busco Walter Ormeño tiene ese «bichito» en sus cabezas o solo son profesionales acartonados que no se preoupan de agregar mayores variantes tácticas a sus equipos.
Creemos y lo dijimos muchas veces en nuestro comentario que el mayor activo de este Walter Ormeño esta en su volante, esa volante que los norteños dijeron «es bastante livianita» y se ganaron cuatro goles y ella estuvo formada casi toda la provincial y departamental por «Chino» Huamán, Pool Espinoza, Danter Espinoza y Jair Cardenas y luego llega para la regional Yances en lugar de Jair y la mayor virtud de esta volante es la rapidez para salir jugando; entonces pretender agregar a un «picapiedras» sin fútbol a ese cuarteto con el argumento de darle más fuerza era simplemente romper el activo y entonces Walter era un equipo más que iba a depender de las circunstancias del partido; peor aun si realizas innumerables cambios de jugadores en una línea vital como es la defensa es romper todo el trabajo que ya viene de atrás para empezar de nuevo con los evidentes perjuicios al equipo; sin embargo tengo que admitir que la idea mayoritaria es de que hay jugadores para cada etapa y que para afrontar los nuevos partidos hay que cambiar de equipo; es la idea de muchos, pero no siempre los muchos tienen la razón porque si la tuvieran ni Cañete ni Imperial estarían en el estado en que están.