SE DESNATURALIZA LA COPA PERU

La ineptitud de la FPF y su Comisión de Justicia desnaturalizaron la presente Copa Perú. Sin seriedad administrativa y legal, en torno a un ambiente enrarecido, esta debe ser la última edición que otorgue ascenso a Primera.
La incompetencia de la CJ-FPF y una sucesión inesperada de reclamos han desnaturalizado la presente edición de la Copa Perú. Sus dictámenes extemporáneos, para tener efecto, recaen en soluciones que solo pueden ser tildadas de extravagantes: equipos eliminados que se reincorporan, premios consuelo de clasificación a la Regional 2013, etc.
El último ‘joyón’ debería dar la vuelta al mundo como ejemplo de lo que es pisotear las reglas de juego: UTC incurrió en una falta al emplear a más de seis jugadores profesionales, límite máximo permitido por el reglamento de la Copa Perú.
A la CJ-FPF, que dirige Noriega Ludwick, no se le ocurrió mejor idea que inventar un ‘triangular’: el ganador de la llave UTC-Sporting Pizarro tendrá que enfrentar en un partido extra, en cancha neutral, a Alfred Nobel, eliminado en octavos por los cajamarquinos. Así como lo lee. ¿Habrá en el fútbol civilizado una barbaridad jurídica como la que acaba de cometer Noriega Ludwick? El tercero en discordia, Sporting Pizarro, que nada tenía que ver con el asunto, tendría que jugar un choque adicional en caso de ser clasificado. ¿Por qué? Porque a la CJ-FPF se le ocurrió y punto.
Lo peor es que ya nadie sabe qué más podría suceder o qué nueva invención podrían preparar estos señores. Qué crédulos fuimos quienes creímos que el fallo contra Binacional significaba tocar fondo. Con Noriega Ludwick al frente de la CJ-FPF, el abismo es eterno. Como estampa de su ineptitud, quedó el bloqueo del puente que une Perú y Bolivia por indignados hinchas del Binacional de Desaguadero.
La eliminación de Binacional ya había constituido un despropósito jurídico. No porque el sancionado no hubiera incurrido en una falta, sino por la incongruencia de la CJ-FPF: Credicoop presentó las mismas pruebas que antes había presentado Minsa. El reclamo de Minsa lo denegó y el de Credicoop lo aceptó. Si fueron las mismas pruebas, ¿cuál fue el plus jurídico que permitió que el reclamo de uno procediera y no el de otro?
Por su parte, la negligencia de UTC es grande (tenía diez profesionales inscritos, cuando el límite es seis; fuera de que se discuta la idoneidad de la regla, lo cierto es que era parte del reglamento); pero la negligencia de las autoridades futbolísticas (léase: FPF, que dirige Manuel Burga, y que es la que organiza los torneos de fútbol de nuestro país) es mayor aún. ¿Desconocen estos señores el concepto de ‘actuar de oficio’? Parecen no entender que la sanción extemporánea no solo castiga al infractor; afecta a todo el devenir del torneo.
En los últimos años, gracias a una mayor cobertura mediática las etapas decisivas de la Copa Perú se habían ‘formalizado’ en algo. Este año, gracias a los señores Burga y Noriega Ludwick, el retroceso ha sido a pasos gigantes.
Para rematar la poca transparencia que se respira, la Conar pone su granito de arena, no publicando las designaciones de árbitros para los partidos de la Copa. Son secreto de estado hasta horas antes del partido. ¿No promueven con este secretismo, más bien, la falta de transparencia y la ausencia de monitoreo? ¿No ponen en duda el honor de sus jueces?.
Entre las últimas ediciones de Copa Perú, la de 2012 ha sido la más empañada de todas. 2013 exige decir basta y dar un giro. Un torneo tan desnaturalizado no puede seguir dando ascenso a Primera. Manuel Burga tiene las manos en el timón; ojalá que esta vez acelere, no esquive y, menos aún, se frene. Y, por favor, el señor Noriega Ludwick y toda la CJ-FPF deben irse a su casa por esta vergüenza, por este ridículo. El fútbol no puede seguir tolerando esta clase de autoridades.