viernes, noviembre 02, 2012

LA PROPUESTA DE CHALACA,COM

En los próximos días se define el formato del próximo Descentralizado. DeChalaca.com relanza aquí una propuesta que puede ser, deportiva y económicamente, muy atractiva.
El martes 25 de septiembre, el presidente de la ADFP, Luis De Souza Ferreira, anunció que los delegados ya estaban evaluando qué sistema emplear para el Descentralizado 2013.
Uno de sus anuncios nos crispó la piel: el regreso de los torneos cortos. De Souza también hizo alusión a un campeonato de tres ruedas, que en DeChalaca.com creen que tampoco es conveniente, pues la variable ‘localía’ de la tercera rueda, aun cuando se definiera de acuerdo a la justicia de los resultados, termina convirtiéndose en una ventaja excesiva, que puede definir todo con mucha premura y hacer que el campeonato pierda intensidad en su tramo final.
En vista de que todo está aún en evaluación, DeChalaca.com lanza, con mayor especificidad, la propuesta que publicó a fines del año pasado, que estamos convencidos que permitirá un Descentralizado justo, competitivo, y económica y deportivamente más interesante. ¿Cuál es la propuesta? El Descentralizado 2013 comienza con la estructura usual: dieciséis equipos juegan treinta fechas, todos contra todos. Luego, se pasa a la segunda fase, de catorce fechas adicionales; esta fase, sin embargo, ya no está dividida entre series pares e impares.
La división es vertical. Esta segunda fase del torneo consta de dos liguillas independientes, que ya pueden llevar tal nombre: una es la Liguilla Azul, que disputan los clubes que finalizan en las ocho primeras posiciones de la fase anterior; estos clubes quedan automáticamente librados del descenso, como premio a su regularidad. La otra es la Liguilla Roja, con los ocho últimos. Los puntajes se acumulan, como es lógico, desde la fecha 1 hasta la fecha 44. Después de la fecha 44, con los puntajes y posiciones definidas en las dos liguillas, arranca la tercera fase, que en DeChalaca.com han bautizado como la de los ‘Reducidos’. Esta fase, que constituye el clímax del torneo, se juega entre los siete y catorce días siguientes. - El Reducido N° 1 es una tradicional final de campeonato entre los dos equipos que mayor puntaje sumen durante el año (como en 2011). Ambos clasifican directamente a la fase de grupos de la Copa Libertadores. - El Reducido N° 2 se disputa entre los cuatro equipos que queden entre el tercer y sexto puesto de la Liguilla Azul, con el fin de obtener el tercer cupo a la Copa Libertadores. Se disputan semifinales (de ida y vuelta) entre 3° y 6°, y entre 4° y 5°; los ganadores juegan dos definiciones (ida y vuelta) y el vencedor consigue aquel tercer cupo a la Libertadores. Los otros tres clasifican a la Copa Sudamericana. - El Reducido N° 3 se disputa entre los dos peores equipos de la Liguilla Azul (7° y 8°) y los dos mejores equipos de la Liguilla Roja (9° y 10°). El formato es igual que el Reducido N° 2: semifinales (7° vs. 10° y 8° vs. 9°) y definición. Quien resulte ganador de este Reducido, obtiene el último cupo a la Copa Sudamericana. - El Reducido N° 4 se disputa entre los equipos que, en la Liguilla Roja, ocupen entre la tercera y la sexta posición (es decir, entre el 11° y el 14°). Como en los dos casos anteriores, se disputa con semifinales (11° vs. 14°, 12° vs. 13°), pero la definición la juegan los perdedores de dichas llaves. Esta definición determina a un tercer equipo que perdería la categoría o que, en todo caso, jugaría una promoción con algún rival del ascenso (de Segunda o Copa Perú, de acuerdo con las reformas que exigimos que la FPF realice): en suma, el que gana esta definición, se salva; el derrotado desciende o promociona. Los dos últimos clubes (15° y 16°) son los únicos que no disputan Reducidos: su descenso es automático una vez concluida la fecha 44. Desde luego, la idea es que quienes ocupen una mejor posición (por ejemplo, el 3° vs. 6°) cuenten con alguna ventaja deportiva muy clara en los Reducidos: elección de localía y/o clasificación directa en caso de igualdad absoluta en goles o goles de visita (que reemplace la figura de los penales o de un tercer desempate), por ejemplo. Las virtudes de este sistema ES VIABLE POR CALENDARIO. El ideal de torneo consta de un sistema regular de dos ruedas en el cual todo se defina por puntaje, de acuerdo al estándar europeo. Esto, en Perú, hoy no es aplicable; no por un capricho de la televisión, sino porque la cantidad de equipos de Primera son insuficientes. Hay 52 semanas en el año; jugar 30 semanas es como pedirle a alguien que trabaje un poco más de medio año. El mercado, simplemente, no lo admite. Para aplicar un sistema europeo, deberíamos tener 18 ó 20 equipos. Ojalá sea así algún día. Mientras tanto, la alternativa que planteamos mantiene las 44 fechas, pero le agrega cuatro jornadas (semifinales y definiciones de ida y vuelta) que podrían disputarse en dos semanas. Empleando tres o cuatro miércoles durante el torneo (como siempre se hace), podrían quedar entre ocho y diez semanas liberadas tanto para pretemporadas como para la selección.

AMBAS LIGUILLAS SERÁN ATRACTIVAS
Contra la idea de dividir una liguilla superior (por el título) de otra inferior (por el descenso), suele argumentarse que la segunda de ellas carecería de atractivo y que las tribunas estarían despobladas. Esto parte de una premisa que los hechos contradicen: en realidad, son los clubes que pelean la baja los que convocan más gente (Cristal 2007, Alianza 2008, Cienciano 2010: sobran los ejemplos). De todas formas, nuestro sistema corrige este supuesto defecto: quien caiga en la Liguilla Roja peleará no solo por el descenso, sino la posibilidad de obtener un cupo a la Copa Sudamericana.

INTENSIDAD HASTA EL FINAL
Todos pelean por algo y en distintos momentos. En la fecha 30, los clubes intentarán entrar a la Liguilla Azul y no caer en la Liguilla Roja. En la fecha 44, lucharán por tener la mejor ubicación: por ejemplo, ser décimo en lugar de undécimo ya no resulta irrelevante, como en otros sistemas, sino sustancial: es la línea que separa una posible clasificación a Sudamericana de un descenso. Asimismo, en la Liguilla Azul, quienes se ubiquen séptimos u octavos lucharán por ser sextos, pues con ello garantizarán un cupo a la Sudamericana y podrían aspirar a un lugar en la Libertadores. Es improbable, en consecuencia, que se tengan partidos de mero trámite. Adicionalmente, salvo los dos peores (15° y 16°), entre el 1° y 14° participan en los Reducidos. Esto no solo le agrega emotividad a la recta final del torneo, al tener seis definiciones más en paralelo a la gran final; beneficia, asimismo, a casi todos los equipos con un importante ingreso adicional por taquilla.

ES FLEXIBLE
Nosotros hemos propuesto cuatro Reducidos, pero estos pueden conformarse de distintas formas: el Reducido N°1 (por el título nacional) podría tener a cuatro clubes y no a dos, o en todo caso no jugarse y dar como campeón directamente al primero y subcampeón al segundo; el Reducido N° 4 podría determinar que las llaves del descenso las disputen los equipos entre 13° y 16°, o entre 12° y 15°. Es un sistema flexible, aunque, de todas formas, debe estudiarse cada cambio para no alterar la conformación de los otros Reducidos.

NO DEJA NADA AL AZAR
Todo se define de acuerdo a los resultados: no queda lugar para los sorteos, los acomodos o la especulación de una eventual derrota que podría traer beneficios. Este sistema estimula a ganar siempre, porque es trascendental quedar ubicado en una mejor posición. Siempre dispuestos a dar ideas, este es nuestro aporte, que hemos puesto a disposición de la Comisión de Bases de la ADFP: este es el Descen-tralizado 2013 que nos gustaría ver.

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