miércoles, diciembre 26, 2012

Marca Fútbol: Auspicios ausentes

A continuación, un repaso de las marcas que se sumaron al fútbol peruano durante 2012, las cuales, sin duda, pudieron ser muchas más. ¿Cambiará el panorama en 2013? Es una realidad que los hechos de violencia, líos entre dirigentes y escándalos faranduleros han terminado por espantar a más de una marca del gran mercado que rodea al fútbol peruano. Sin duda, todos estos vicios le impiden al fútbol ser mejor explotado desde el lado del marketing. En 2012, las empresas que invirtieron en clubes peruanos fueron muy pocas.

Traumas del pasado
2012 fue un año sin brillo en cuanto a nuevos anunciantes: ninguno se robó el protagonismo. Incluso, algunas grandes marcas se sumaron a algunos clubes, pero optaron por asumir un rol secundario en la lista de sponsors. Hubo el caso de una compañía de telefonía móvil que tuvo que decirle adiós al futbolista que sumó como vocero, a raíz de un escándalo protagonizado por el susodicho. Entre los grandes anunciantes del país, las dudas que despierta el fútbol son mayores que las certezas. En 2012, fue notorio el interés de asociarse más a la selección de fútbol que a algún equipo o jugador en particular, exceptuando el caso de Paolo Guerrero y sus múltiples auspiciadores, como Pharmaton, Powerade, DirecTV o Brahma.

Los titulares del Descentralizado
Pese a que no fueron muchas, algunas grandes marcas sí incursionaron en algunos clubes del fútbol peruano. El caso más destacado fue Sodimac, cadena de homecenters cuya estrategia publicitaria, en Chile y Argentina, está muy vinculada a los torneos de fútbol. En Perú dio sus primeros pasos en 2011, con su ingreso a la lista de auspiciadores de Sporting Cristal, acuerdo que prolongó este año. Sodimac también ingresó, en 2012, a Universitario de Deportes y a José Gálvez, en una jugada clave, pues lo hizo en simultáneo al arribo de la cadena a Chimbote. El vínculo entre los cremas y Sodimac generó una reacción inmediata por parte de su principal competidor: la cadena local Maestro firmó un acuerdo similar con Alianza Lima. Recientemente ambas cadenas han organizado eventos vinculados a los clubes que patrocinan como, por ejemplo, la firma de autógrafos con jugadores en sus tiendas. A Matute también llegó Hyundai, aunque sin hacer mucho ruido. Lo mismo ocurrió con Powerade (de The Coca-Cola Company), que se sumó a la lista de sponsors de Sporting Cristal y Sport Boys.

La cantera del campeonato
Vale la pena destacar los casos de marcas como la trujillana Eurotubo (tubos PVC) en la Universidad César Vallejo, Flores Contratistas (construcción) en Inti Gas o el Kingdom Hotel en Unión Comercio; estas, sin ser empresas gigantes, apostaron por tomar los espacios que las grandes marcas no quisieron ocupar. Esta tendencia despegaría en 2013: el auspicio a clubes locales como una vitrina para las empresas medianas o pequeñas, principalmente del interior del país.

Los padrinos mágicos
No pueden pasar desapercibidos los clubes que cuentan con marcas pertenecientes a sus propietarios como sus principales auspiciadores. Un caso destacado fue el de León de Huánuco, cuya indumentaria lució diversos logos de marcas pertenecientes al Grupo Picón. Este año se sumó la de maquinarias QINGQI. El mismo escenario se repite en Aurich con el Grupo Oviedo y en la César Vallejo con la universidad que lleva el mismo nombre, así como con las marcas I-run (ropa deportiva) y Odessa (zapatillas) en Real Garcilaso.

Lo que se viene
Ojalá en 2013 no veamos a más clubes sin un auspiciador principal, ya que, más allá de la aparición de una marca, se trata de un importante respaldo económico para sus operaciones. Es muy probable que los que estén vinculados a un grupo empresarial sigan llevando a una de las marcas de este como principal sponsor y, asimismo, que las grandes empresas que arriban a una nueva ciudad busquen ganarse a la afición local vinculándose al club más representativo (el caso más ilustrativo es de MegaPlaza con José Gálvez, a raíz de su incursión en Chimbote). Las marcas regionales también deberían ganar mayor protagonismo; sobre todo, las medianas, que pudieran aspirar a ser sponsors secundarios del club más popular de sus ciudades: así ganarían exposición a nivel nacional gracias a las transmisiones de televisión y apariciones en otros medios deportivos.
Finalmente, pese al temor generalizado, es probable que algunos de los ‘big players’ se animen y se lancen a ser patrocinadores de uno de los clubes más populares. Depende de la seriedad de sus administradores que estos miedos empiecen a diluirse. Ojo, que aquí no hemos tocado el auspicio en los clubes de la Copa Perú, porque la inseguridad de continuar el torneo, lo h hace inviable.

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