Con el título obtenido por UTC, se cerró el telón de esta temporada en el fútbol peruano. Aquí, lo más destacado que rodeó a la coronación del ‘Gavilán Norteño’.
EL NORTE CELEBRA.
Luego de 19 años, UTC consigue por fin volver a Primera División. Y como no podía ser distinto, Cajamarca celebró el retorno del ‘Gavilán Norteño’ tras el merecido título de la Copa Perú. Por donde se le mire, fue el equipo más regular del torneo y de ninguna manera podría restársele algo de mérito a este logro. En la segunda final en Puno, hizo pesar la experiencia de su plantel para, pese a caer 3-2, hacer mantener a salvo la diferencia lograda en Cajamarca una semana antes en el Héroes de San Ramón. Así, a la distancia, la ‘Tierra del Cumbe’ pudo celebrar la coronación de su equipo en un escenario para nada sencillo como el Enrique Torres Belón.
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AMBIENTE DE FIESTA.
Más allá del resultado, lo vivido en Puno no podemos dejar de mencionarlo. Un público fervoroso que anhelaba el retorno de un histórico de un histórico como Alfonso Ugarte. Capaz de hacer sacrificios como el dormir bajo la lluvia en los alrdedores del Enrique Torres Belón, con el afán de conseguir una entrada que les permitiera acompañar a su representante en el decisivo partido ante UTC. Sin embargo, los verdaderos hinchas entienden que en una final, o dos como en este caso, tiene que haber un vencedor, y ese fue UTC que con un planteamiento inteligente y ante el desordenado planteamiento puneño, selló su acceso a Primera con dos goles que pusieron las cosas cuesta arriba para la ‘Franja’ puneña.
FUERA DE APASIONAMIENTOS.
Existe un clima de disconformidad en Puno, que podríamos entenderlo, más no justificarlo. Horas antes del partido, sin saber el desenlace, había un sector de la hinchada lacustre que anunciaba una animadversión hacia Alfonso Ugarte. Y claro, luego de la obtención del título, el sentir se hizo general. Sin embargo, creemos que dejando de lado la frustración obvia que todo puneño debe sentir, habría que asumir que hubo condicionantes para que ‘La Franja Puneña’ no lograra el título. Un juego desordenado, más la expulsión de Sotelo desde todo punto de vista justificada, fueron causas suficientes para que el objetivo altiplánico no se concrete. Y aunque Víctor Hugo Carrillo -lo decimos a título personal- pudo haber mostrado alguna amarilla por la demora en el juego de Harold Quiroz, su trabajo no fue determinante como para sindicarlo como el responsable que Ugarte no haya ganado la Copa Perú.
POR UNOS CUANTOS.
Dejamos Puno con la sensación de que se trata de una ciudad con gente apasionada, futbolera, pero de espíritu noble. No obstante, resulta injusto que por culpa de unos cuantos desadaptados, esa imagen cambie totalmente. Los hechos de violencia desatados tras el pitazo final de Víctor Hugo Carrillo se iniciaron desde la tribuna de occidente, precisamente porque alguien encendió la mecha, y encontró respuesta en otros de la misma forma de pensar, pero no era la mayoría.
MARCHA ATRÁS.
Lamentablemente, el desorden post partido suscitado en la tribuna preferencial opaco la premiación que merecía el campeón. Pero también desnudó la poca planificación que hubo para ello. UTC debió regresar a vestuarios esperando que el estadio fuera desalojado. Tras ello, los campeones retornaron, para ser premiados en una muy sencilla y hasta improvisada ceremonia. Nos habíamos quedado con lo que ocurrió en 2011 con Real Garcilaso en 2011, que contrasta con lo acontecido en Puno, en el que la entrega de la codiciada Copa Perú y las medallas no estuvo a tono con el marco que merecía. Igual, los jugadores del ‘Gavilán Norteño’ dieron rienda suelta a los festejos.
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