jueves, febrero 03, 2011

UNA NUEVA DERROTA... SI IMPORTA...

Javier Tabares -en la narración- y Pablo Bari -en los comentarios-, fueron la dupla encargada de llevar las incidencias del partido entre mexicanos y peruanos por Fox Sport. La transmisión del encuentro tuvo algunos inconvenientes debido al deficiente trabajo técnico que se dio en Chiapas. Por ejemplo, se empalmó el segundo tiempo comenzó con 20 segundos de retraso, y la imagen del segundo tanto de Jaguares fue interrumpida por una repetición intrascendente de una jugada anterior. Estas fueron sólo algunas de las flagrantes fallas que los televidentes tuvieron que contemplar. Por último, Bari y Tabares cometieron tres yerros: volvieron a llamar Alex -a secas- a Alexander Sánchez, dijeron que Édgar Villamarín era colombiano y, además, señalaron que la camiseta alterna de Alianza Lima era un homenaje a sus orígenes, lo cual, es un error.

CONTINUARON ERRORES
Tras la paupérrima imagen que dejó la defensa victoriana en Matute, la mayoría de peruanos se esperanzaron en la visión de Gustavo Costas -desde la tribuna- para corregir tal deficiencia. Sin embargo, lo observado en Chiapas fue mucho más catastrófico. Con un nuevo esquema, esta vez un extraño 3-línea-1-2, el argentino -quien encomendo la tarea a José Soto, su asistente- buscó una mayor dinámica en las bandas con De la Haza y Trujillo como extremos. De igual forma, teniendo a González y Tragodara en primera línea, la seguridad parecía garantizada. Sin embargo, desde los primeros minutos se pudo apreciar la falta de coordinación entre los jugadores victorianos, así como una excesiva lentitud en los tres jugadores que compusieron la última línea. Por su parte, el tridente de ataque compuesto por Viza, Sánchez y Peirone nunca tuvo la oportunidad de funcionar debido al buen trabajo de Jaguares en defensa. Justamente, el conjunto mexicano, apelando a un 3-4-2-1, logró repetir el dominio mostrado en Matute, y partiendo de un orden táctico envidiable y una prolijidad en todos sus líneas, no solo neutralizó a su rival, sino que se dio tiempo para inquietar el arco de Libman jugando a media máquina.
Los cambiazos: ¿No hay más?
Guardando una actitud de respeto hacia el trabajo de Costas, y teniendo presente que resulta fácil criticar las decisiones tomadas en medio del partido, resulta difícil conciliar con la visión del estratega argentino. Ante todo, resulta inexplicable el cambio realizado al inicio del segundo tiempo, en el cual consideró que Óscar Vílchez podía servirle más que Viza para la elaboración de juego. Si uno saca de la cancha a su principal refuerzo para afrontar el torneo, y acaso el único jugador diferente que tiene el plantel, qué se puede esperar del juego del equipo sin su presencia. Por otro parte, los ingresos de Castro y Quinteros solo sirvieron para la estadística, y es que el desenvolvimiento del equipo no merece mayores comentarios debido a la displicencia de los jugadores, quienes deambularon por la cancha. No obstante, es importante recalcar las pocas variantes de Alianza en el banco de suplentes. De igual forma, no es posible que un equipo que aspire a realizar un buen torneo no posea recambios de nivel (ahora, habría que preguntarse cuál es el verdadero nivel del equipo). Mientras tanto, en tienda mexicana, el técnico José Cruz, ante una virtual clasificación, realizó sus variantes con la intención de refrescar su mediocampo y su ofensiva.
El capo: Ismael Fuertes
En un partido que de disputó a ritmo de entrenamiento, el rendimiento del defensor chileno fue el más aceptable. Su seguridad en las coberturas y su velocidad en los anticipos, así como su técnica a la hora de lanzar pases largos (uno de sus servicios desembocó en el gol de Salazar) fueron sólo algunos de los motivos que lo llevaron a erguirse como el mejor jugador del cotejo.
El extraviado: Christian Ramos
El defensor blanquiazul vivió una de sus jornadas más traumáticas como jugador profesional. Siendo responsable directo de los dos goles que recibió Alianza -en ambos casos tenía la marca de los atacantes mexicanos-, la ‘Sombra’ hizo honor a su apelativo y exhibió grandes limitaciones en la anticipación e, incluso, en las coberturas. Siendo un zaguero de selección, su pasividad en la marca fue alarmante, sobre todo en el gol de Salazar, donde no pudo ganarle la posición a un jugador que se encontraba de espaldas al pórtico de Libman.
Jailaits
Solo fue un aviso: A los 22', un sorpresivo remate de Peirone pasó rozando el pórtico de Jaguares. Tras un tiro libre ejecutado por Sánchez, el argentino pudo poner el primero del partido y cambiar el trámite del encuentro. No obstante, la intervención del portero mexicano fue crucial para mantener su arco invicto.
Mermados: La jugada que cambió el trámite del partido y sentenció la eliminación blanquiazul se produjo a los 28'. Una entrada fuerte de Villamarín en perjuicio de Hernández, desembocó en una discutida expulsión. El juez colombiano José Buitrago no dudó en mostrarle la roja directa al peruano, pese a ser su primera falta en el cotejo.
Doble error: A los 68' y 74', Christian Ramos no fue capaz de ganarle el duelo a Pedroza y Salazar y fue testigo de cómo los delanteros mexicanos batían el arco de Libman. En ambas jugadas, el defensor victoriano pudo hacer algo más, sobre todo en el segundo tanto, donde tenía la ventaja de tener a su rival de espaldas al arco. Tras el 2-0, el rostro de los jugadores íntimos en el estadio Víctor Manuel Reyna de Tuxtla Gutiérrez era evidente: querían darle vuelta a la página.

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